Un mago y diseñador de trucos de magia, Adrián Caeiro, y un Licenciado en Filosofía, Enrique Latorre, somos las cabezas de The Paradox Room, la primera escape room de Santiago de Compostela, que abrió sus puertas en 2016.

¿Nos conocemos un poco más?

Soy Adrián, ¡encantado de saludarte!

Si has venido a The Paradox Room seguro que nos hemos visto, y seguro que hemos hablado y compartido algunas risas, porque además de ser socio y creativo de The Paradox Room, soy game master y dedico la mayor parte de las horas que tiene el día a cuidar de mi local, ya sea en el frontal, atendiendo a los grupos que vienen a jugar, o en la trastienda, pensando nuevos retos para que podáis seguir disfrutando de nuestra sala.

Prometo no darte la chapa con mis historias, pero te voy a contar muy resumidamente cómo llegué al momento actual, cómo llegué a The Paradox Room.

A los 7 años empecé a aprender magia y desde los 16 hasta los 25 me dediqué profesionalmente a ella en dos facetas: haciendo espectáculos y diseñando trucos para otros magos. Siempre disfruté de hacer espectáculos, pero donde realmente me siento más cómodo es en la creación.

A los 23 años vendí uno de mis inventos, un aparato que permite grabar psicofonías en el teléfono móvil de un espectador, y que tiene múltiples usos en manos del artista adecuado; actualmente está en venta en una conocida tienda de artículos de magia y la verdad es que es un orgullo para mí, ¡no te voy a engañar!

La verdad es que siempre he tenido curiosidad por la tecnología y la electrónica, así como por explorar de qué modo se pueden convertir los objetos para darles usos lúdicos. Muchas veces me han salido churretes, pero otras he conseguido el resultado que buscaba y cuando pasa eso siempre quiero más, y empiezo a pensar qué es lo siguiente que puedo hacer.

Si… exacto… ¡bendita paciencia! Pero tengo suerte porque me sobra, algo que sin duda me ha permitido avanzar en esta línea, no desesperar y frustarme lo justo, y humano, que a veces es mucho.

Toda esta experiencia en eventos y diseño de artilugios me ha dado las cualidades necesarias para diseñar salas de escape, especialmente en cuanto a los mecanismos que operan en una sala, las dinámicas y las transiciones, siendo esta una de las diferencias principales que tiene The Paradox Room con respecto a otras salas.

Mmm… seguiría contándote cosas, pero te he prometido no darte la chapa contándote mi vida, ¿verdad? Pues lo voy a cumplir, ¡sufiente!

-Eso digo yo Adri… sufiente, ¡que agotas al personal!

Gracias por estar aquí, conociéndonos un poco más. Yo soy Enrique Latorre, si has estado en The Paradox Room seguro que me conoces, porque habitualmente hago la intro de las salas.

Efectivamente… soy el pesado que te dice «no toques esto, no toques aquello»… también el que te explica en qué consiste el juego y cuál es la historia que se esconde detrás de la puerta. Pero además de acompañar a los grupos y ejercer de game master soy socio y en cuanto tal me dedico principalmente a la logística de nuestra sala de escape. Esto tiene su historia, te la contaré resumidamente:

A los 18 años vine a Santiago de Compostela a formar parte de la horda universitaria y me enamoré de la carrera, y de la ciudad. Estudié Filosofía y exprimí al máximo todas las experiencias que me ofreció la Facultad, participando en seminarios, en coloquios, en grupos de investigación… y en las juergas, ¡qué sería de la Uni sin las juergas!

Filosofía es una carrera que refuerza el pensamiento analítico, al tiempo que abre múltiples caminos en nuestra mente, potenciando la imaginación y la contemplación de múltiples puntos de vista, todo ello muy necesario para evaluar concienzudamente las condiciones de posibilidad y ejecución de proyectos y acciones de negocio.

Por ello, mi función principal como socio en The Paradox Room es evaluar analíticamente la situación del negocio, proponer y ejecutar soluciones y mejoras, elaborar propuestas para la venta de juegos de escape y negociarlas, crear la historia de ambientación de los juegos -bueno, en esto los dos socios trabajamos conjuntamente-, y hacer testing de los mecanismos y transiciones que crea Adrián y que dan vida a nuestros juegos.

La verdad es que hacemos un equipo estupendo, teniendo en cuenta también que contamos con Raquel, que es una trabajadora implicada, responsable y siempre dispuesta a ayudar en lo que haga falta. Raquel es game master y como tal, al igual que nosotros, atiende a los grupos; también nos ayuda a recoger las salas y se encarga de que todo quede perfecto en cada sala para la entrada de un nuevo grupo. Quizá la conozcáis mejor como la nerviosa «Dra. Raven».

¡Esto es todo! Muchas gracias por visitarnos y…

Si aún no has estado en The Paradox Room, ¡el momento es ahora!

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